El Ayuntamiento de Pamplona que dirige la formación proetarra Bildu en la persona de Joseba Asirón presume de los 18 grandes congresos confirmados en la ciudad para los próximos meses y que fueron atraídos durante la época de UPN. Se trata de una constatación más de que lo que ellos laman ‘la Pamplona paralizada, en realidad no fue más que una excusa barata para tapar la realidad del pacto entre los proetarras y los socialistas pagándose favores mutuos por las investiduras de Pedro Sánchez y María Chivite.

La cuestión es que el consistorio ha emitido una nota de prensa en la que asegura que el turismo de reuniones y congresos es un sector «con impacto económico relevante en la ciudad». Cada año, «miles de personas pasan unos días en Pamplona, donde utilizan alojamientos y disfrutan de la gastronomía, realizan compras y utilizan el transporte urbano, además de realizar otros gastos conexos«. En 2022, el gasto directo por parte de este tipo de visitantes se estimó en 8,3 millones de euros.

En este contexto, la nota presume de que este año, «el Palacio de Congresos y Auditorio Baluarte tiene ya confirmados para los próximos meses 18 grandes congresos. Se da la circunstancia de que estos 18 grandes eventos fueron atraídos a la ciudad durante el mandato de UPN. De este modo, cita en concreto que «cuatro de los 18 congresos son internacionales, como es el caso del que han organizado la Asociación de Parques y Jardines Públicos (AEPJP) y el Ayuntamiento de Pamplona del 8 al 10 de mayo. Este congreso, por su concepción, está especialmente vinculado con la sostenibilidad».

La repercusión de los congresos, dice el Ayuntamiento «es importante, no sólo en los ambientes técnicos y científicos del sector, sino que también actúan como escaparate de la ciudad organizadora«. Como ejemplo, en PARJAP Pamplona 2024 alrededor de 400 personas especializadas en diseño y gestión de zonas verdes se darán cita durante tres días en la ciudad y, «cuando retornen sus lugares de origen, se convertirán en prescriptores«.

Además, el turismo de congresos es no estacional, «de hecho, al estar estrechamente ligado al entorno laboral, es precisamente en la época estival cuando baja la intensidad». Las reuniones y eventos profesionales «concentran su actividad en los meses de primavera y otoño, frente al turismo vacacional, que se intensifica en Semana Santa y los meses de julio, agosto y septiembre», dicen.

Además, «genera un 30% más de gasto medio por visitante que el turismo convencional. Las cifras dicen que la estancia media es de cuatro días y que genera puestos de trabajo alternativos (event planner y todos aquellos relacionados con el montaje de escenarios, audiovisuales, catering y restauración, transporte de particulares, traductores, etc).

En ese sentido, inciden en su intención de «impulsarlo mediante mecanismos de cooperación público-privada«.