Luis Javier Goñi Lander es un pamplonés de 50 años que ha cumplido este año su Javierada número 40, acompañado de su esposa Cristina Izurdiaga, de su hijo Miguel y de un grupo de amigos con los que han llegado juntos al castillo de Javier.

Luis Javier tiene la costumbre cada año de salir andando desde su domicilio en el barrio de Iturrama de Pamplona a las 7 de la mañana. Una vez en terminada la marcha cenan y hacen noche en el hotel Xabier después de hacer la reserva con mucha antelación, como el pasado sábado 9 de marzo.

Normalmente acuden también a la segunda Javierada pero lo hacen en coche para ver el ambiente. Este año no podrá ser ya que Osasuna recibe al Real Madrid este sábado 16 de marzo y estarán en El Sadar animando a los rojillos.

«Llevo 40 años yendo a Javier. La primera vez fue en 1984 con once años. Fui con mi padre, unos tíos y unos amigos y he ido todos los años andando, salvo dos años en coche porque estaba con muletas y otro por problemas en la espalda», señala Luis Javier.

«Mi padre José Luis falleció hace dos años y sigo la tradición y la fe que él me transmitió. Mi idea es ir a Javier siempre, mientras Dios me de salud y mis facultades físicas lo permitan. Hasta cuando Dios quiera. Nos casamos en Javier y mi primer hijo se llama Javier».

«Para mi Javier es un lugar importante y la Javierada es uno de los mejores días del año. Es una mezcla de fe, tradición y deporte. Tengo la suerte de ir con la mujer y los hijos, aunque ahora el mayor está fuera de España estudiando y no ha podido ir, y ojalá pueda ir en un futuro con mis nietos», afirma Luis Javier.

«Con mi padre igual fui quince años a Javier y luego yo seguí. Se trata de que la llama de Dios que iluminó a San Francisco Javier ilumine también nuestros corazones y nos de fuerza para seguir la peregrinación día a día en este mundo».

Se entrena andando por la vuelta de Aranguren los fines de semana anteriores a la Javierada: «Este año 2024 no he podido entrenar mucho. Nos acompañan en la Javierada un matrimonio amigo de Logroño con tres hijos y este año se ha unido el novio de una de ellas», explica Luis Javier.

Luis Javier Goñi con su mujer Cristina Izurdiaga y su hijo Miguel, camino del castillo de Javier. Cedida.

«Otra cuadrilla con la que nos juntamos vienen desde Andalucía. En Javier nos hemos juntado un grupo de 27 personas. Casi siempre repetimos los mismos los últimos años. Es una celebración muy bonita y especial».

Luis Javier acude todos los años a esta cita «por motivos religiosos. Es una forma de alimentar día a día tu fe y vuelves un poco con energías renovadas. Colecciono cada año la cruz de madera de la Javierada con el año que toca. La Javierada es parte de mi vida».

Luis Javier Goñi con su mujer e hijo y un grupo de amigos al llegar al castillo de Javier. Cedida.

«40 Javieradas es un número redondo. Este año he recordado especialmente a mi tio Gregorio Goñi, mi tío Goyo, que vino una vez con nosotros a Javier igual hace 30 años. Hace nueve meses que ha fallecido y le he recordado mucho», concluye Luis Javier Goñi.

Por último, Luis Javier recuerda una curiosidad. La pandemia obligó a suspender la Javierada de 2021, pero él y su hijo fueron ese año andando desde Pamplona con mascarilla hasta el castillo para seguir la tradición.