El alcalde de Pamplona, Joseba Asirón y su concejal de Urbanismo, José Abaurrea, acaban de adueñarse de un proyecto del equipo de Gobierno de UPN que ellos mismos rechazaron hace un par de años para transformar el eje peatonal del boulevard de Iturrama y unirlo a la plaza de Félix Huarte.

En concreto, este lunes ha informado de la aprobación de la licitación para ejecutar obras de reurbanización en el Boulevard de Iturrama, cuyo inicio está fijado para el 1 de agosto de este año y, con un plazo previsto de 120 días naturales, de modo que deberán estar terminadas para el 31 de diciembre de 2024.

El Boulevard contará con enlace peatonal en la intersección con la calle Iturrama, a la altura de la plaza de Félix Huarte, con el objetivo de «potenciar el flujo peatonal mediante espacios amplios de cruce, realizados a nivel peatonal, disminuyendo la prioridad del tráfico rodado y mejorando la visibilidad y la seguridad».

Según ha explicado en una rueda de prensa el concejal delegado del área de Gobierno Estratégico, Urbanismo, Vivienda y Agenda 2030 del Ayuntamiento de Pamplona, José Abaurrea, el mencionado cruce «genera una fractura importante» en el tránsito y «se hicieron algunas mejoras en años anteriores, pero ahora se trataría de dar un salto mayor».

A su juicio, el peatón «va a tener una mejora sustancial en las accesibilidades«. Ha añadido Abaurrea que «se reordenará en algunos aspectos, siempre con el objetivo puesto en mejorar la comodidad, la seguridad y la accesibilidad del peatón».

El proyecto contempla la ampliación de los dos pasos existentes en ambos laterales del Boulevard y se añade uno central que da continuidad a la circulación. De esta forma «se recupera para el peatón todo el espacio posible», ya que el resto queda cortado por los parterres laterales existentes en la Plaza Félix Huarte y las rampas de entrada y salida del aparcamiento subterráneo en el Boulevard de Iturrama, junto a la acera.

Para esto, el Ayuntamiento se va a gastar  417.533,21 euros, IVA incluido.

El objetivo de las obras es «reducir y calmar la velocidad del tráfico rodado que circula por la calle Iturrama, dando prioridad al peatón». Las personas que circulen en vehículos apreciarán un cambio de nivel, una redirección de la trayectoria y un estrechamiento de calzada, que pasa a ser de 3,30 metros de anchura. Las aceras se amplían en 3 metros y la mediana se ampliará hasta los 7 metros de ancho, «renaturalizando la nueva superficie».

Se elimina el aparcamiento en batería y se reordena la parada de autobús del transporte urbano, los grupos de contenedores, las plazas de aparcamiento reservadas para personas con movilidad reducida y las de motos. Toda la zona tendrá carácter de residencial y no se procederá al pintado de pasos de peatón, sino que todo el espacio será de cruce.

Con este proyecto se modifica la configuración de la calle Iturrama en el cruce entre el Boulevard de Iturrama y la plaza Félix Huarte. Tiene en la actualidad una anchura total de casi 30 metros, distribuidos en aceras de 4,50 metros con alineación arbolada, mediana central de 2 metros de sección también con alineación arbolada, y calzada de más de 9 metros en ambos lados distribuida en un carril de circulación y aparcamiento en batería en el lado derecho del sentido de circulación.

Los pasos de peatones están dispuestos en la actualidad antes y después del Boulevard. En el lateral de la Plaza Félix Huarte se ubica una parada de línea de autobús urbano que dispone de marquesina y avance de acera de 2 metros de anchura y 20 metros de longitud.

En el otro lateral, se ubica el vado de la rampa de entrada al aparcamiento subterráneo existente y unos 50 metros después el vado para la rampa de salida. Este punto de la ciudad «presenta deficiencias desde el punto de vista de seguridad y prioridad peatonal, al haber priorizado la comodidad del automóvil».

Desde el Área de Protección Ciudadana se habían realizado en los últimos años «varias intervenciones dirigidas a mejorar la seguridad», como la reserva de espacio de protección peatonal previa a los pasos de peatones existentes en 5 metros mediante señalización horizontal, señalización de aparcamiento de motos y plazas para personas con movilidad reducida y colocación de algunos pivotes en las partes de calzada que pasan a ser de protección al peatón.