Archivo: 17 de mayo de 2024

Asirón sigue talando árboles en Pamplona: proyecta cargarse parte de los de esta plaza

Parece que el alcalde de Pamplona, Joseba Asirón, no ha tenido suficiente con los de la cuesta de Beloso y con los que se cargará en el Paseo Sarasate de Pamplona y ha decidido seguir con su proyecto de ‘arbolicidio’. Esta vez los árboles que serán pasados por la motosierra son algunos de los de la plaza del Euskera, en el barrio de la Chantrea.

Así se ha proyectado en el plan de obras de reurbanización y renovación de las redes de abastecimiento y saneamiento del barrio de la Chantrea que incidirán en ocho calles, así como en la plaza del Reloj y en la mencionada plaza del Euskera.

El objetivo, dice el Ayuntamiento, es «hacerla accesible a todas las personas», ya que en la actualidad, «el perímetro se encuentra a nivel de las aceras, pero la zona central, más baja, presenta escaleras y rampas«.

El problema es que el diseño original de la plaza, hace décadas, encajó los ejemplares de arbolado en unos alcorques-jardinera de hormigón, que ahora, estorban.

Según han explicado, el proyecto conserva algunos -no todos- de los árboles de la acera de la calle San Cristóbal, y no dice nada de los demás. En otras ocasiones, este mismo Ayuntamiento presidido por Joseba Asirón, cuando un árbol se ha topado en su camino, lo ha talado sin pudor, de manera que no es complicado imaginar el futuro del resto del arbolado de la plaza del Euskera.

Eso sí, se encarga de especificar que se plantarán árboles nuevos, lo que de facto quiere decir, que se talarán los que le estorban.

En cuanto a la actuación en la plaza, se rellenará con tierra hasta ponerla al nivel de las aceras de alrededor y se enlosará. En la zona oeste que linda con la valla del edificio de Salud, se adosará un parterre verde que envolverá las zonas de estancia. 


Asirón gastará los 33 millones del remanente tras años criticando que se usara para inversiones

El alcalde de Pamplona, Joseba Asirón, arropado por sus socios del PSOE, ha sacado adelante un plan de inversiones con el dinero procedente del remanente de tesorería, es decir, el dinero que fue consignado en el presupuesto de 2023, que no se gastó.

Y lo hace sin ruborizarse y sacando pecho después de que pasara cuatro años en la oposición criticando que el equipo de Gobierno de UPN lo utilizara para inversiones, haciendo ahora exactamente lo mismo.

Así, se ha aprobado incorporar 33,4 millones de euros al presupuesto de inversiones con cargo al remanente de Tesorería, algo que es lícito reasignar, a pesar del cambio de opinión «a lo Pedro Sánchez» del primer edil de Pamplona. De esta forma, se destinarán 2 millones de euros en transferencias para el Plan de Vivienda del Casco Antiguo que se ejecuta a través de Sociedades Municipales como Pamplona Centro Histórico, a los que se suman otros 2 millones para subvenciones a la rehabilitación de vivienda a través de la ORVE.

El mantenimiento y mejora del espacio público es otro de los objetivos de esta atribución de remanentes. En la propuesta está previsto invertir 2 millones de euros en la rehabilitación de calzadas de los diferentes barrios y para la campaña de asfaltado de la ciudad, además de otros 2 destinados a las instalaciones de alumbrado y jardines. Asimismo, se emplearán 450.000 euros en las obras de las zonas verdes de la avenida de Pio XII.

También está prevista la inversión en instalaciones de uso público, como la partida de 486.000 euros para el mantenimiento de colegios (el montante mayor, 374.000 euros, será este año para cambiar ventanas y puertas de la planta baja de Hegoalde) o la de 536.000 para instalaciones fotovoltaicas, tanto en colegios (en esta ocasión CP San Jorge y CP Patxi Larrainzar), como en infraestructuras como el Polideportivo de Arrosadía o el Centro de Formación de Landaben. Las escuelas infantiles también serán destino de estos fondos: 716.200 euros para techos y cubierta de Mendebaldea y Printzearen Harresi, o insonorización de Azpilagaña.

Gracias a los remanentes, la propuesta prevé nuevas dotaciones o mejoras en estas, como que se pueda expropiar el antiguo cine Guelbenzu para destinarlo a civivox del barrio de Milagrosa (441.000 euros) o que se generen tres huertos urbanos más en la ciudad (Santa María la Real, Buztintxuri e Iturrama, por 125.000 euros). Pero también que se remodele la Unidad de Barrio del Casco Antiguo (200.000 euros); se instale una pérgola de protección en la parada de taxi de la estación de tren (53.310 euros) o se coloquen filtros de carbono en los hornos crematorios del cementerio (693.000 euros.).

Los socialistas de Pamplona han conseguido a cambio de su apoyo 2,6 millones de euros que se destinarán al parque skate y parkour de Buztintxuri y al entorno del edificio de los Caídos, además de en instalaciones de alumbrado público y el plan de barrios de asfaltado.


Las ocho calles de Pamplona que van a ser totalmente reformadas: las obras comienzan tras el verano

Pamplona ha aprobado la licitación de las obras de reurbanización y renovación de las redes de abastecimiento y saneamiento del barrio de la Chantrea. Las actuaciones corresponden a la fase IV del proyecto, que abarca las calles Artajona, Cáseda, Cintruénigo, Echalar, Echarri Aranaz, Travesía de Espronceda, Ezcaba, San Cristóbal, plaza del Reloj y plaza del euskera. El presupuesto del contrato es de 7,6 millones de euros.

El inicio de las obras se sitúa en septiembre de este año, con una duración de 15 meses. Los criterios de adjudicación valoran la propuesta técnica, con hasta 40 puntos; la oferta económica, con 40 puntos; el plazo de ejecución de la obra, con 5 puntos; el criterio social, 10 puntos; y criterio medioambiental, con 5 puntos.

Las obras licitadas consisten en la renovación total de la pavimentación de las calles y plazas afectadas, la reordenación de los cruces en las diferentes manzanas con la creación de pasos de peatones a nivel y rebajados, la construcción de una rotonda para la reordenación de una intersección de calles, la instalación del nuevo alumbrado público, la jardinería para las zonas verdes de nueva creación y las que se consolidan, así como la instalación de riego necesaria y la sustitución de mobiliario urbano. Asimismo, se ejecuta la renovación de las redes de saneamiento y abastecimiento.

El objetivo principal del proyecto es convertir el ámbito de las calles en una zona de y de preferencia peatonal señalizado en la que se permita el aparcamiento vecinal. Para mejorar el espacio y procurar el calmado del tráfico, los cruces de calles se proyectan en plataforma única, con ensanchamiento de aceras y produciendo pequeños giros que rompan con la larga linealidad de las calles en sentido este-oeste. En las zonas en las que se permite el aparcamiento, se opta por la colocación de bordillos que delimiten tanto las zonas de rodadura como las de aparcamiento. Por ello existen pequeñas rampas de acceso en la calzada para discurrir a nivel en los cruces de calles y pasos peatonales.

El contrato continúa con la renovación del barrio de Chantrea, objeto de diferentes intervenciones por la antigüedad de la zona, creada en 1950, y por la apertura de zanjas para canalizaciones. Se necesita renovar especialmente la pavimentación. La sección entre las calles Artajona, Cáseda, Cintruénigo, Echalar, Echarri Aranaz y travesía de Espronceda se redimensiona para ajustar las medidas a un carril de circulación de 3,20 m y una zona de aparcamiento de 2,20 m. Las aceras dejan anchos libres a las fachadas en torno a los 2,20 m. En todas las calles se respetan los vados existentes con licencia municipal, dando la posibilidad de que en el proceso de obra se atiendan futuras nuevas licencias.

En cuanto a la calle Ezcaba, se actúa en dos manzanas entre las calles Cintruénigo y Echarri Aranaz, y se ajusta a la intervención realizada por Gerencia de Urbanismo como segunda fase del desarrollo Chantrea Sur. En la calle San Cristóbal, entre Artajona y Etxalar, la actuación se limita a dar continuidad con el paso peatonal perimetral, ya que estas esquinas fueron objeto de reforma en la que se pavimentaron aceras, se ordenaron los parterres que se dotaron de riego y se colocaron bancos.

En la calle San Cristóbal, entre Echarri Aranaz y la ronda de calle Mendigorría, se actúa renovando las infraestructuras y dejando una sección entre bordillos con dos carriles de circulación de 3,50 m cada uno y aparcamiento en línea en cada lado de 2,20 m. La acera del lado edificado varía de dimensiones adecuándose a la ordenación y en ningún caso es menor de 2,20 m de anchura. Los pasos peatonales son elevados y el situado en mitad de la calle conecta con las plazas interiores de las manzanas de las calles Santesteban y Lesaca.


El espectacular camping de Navarra a media hora de Pamplona que cumple 20 años

Los campings de Navarra preparan la temporada de verano con la máxima ilusión para dar lo mejor de sí mismo a las miles de personas que cada año disfrutan de sus instalaciones.

Uno de ellos, a solo media hora de Pamplona, cumple este verano 20 años desde su inauguración. Han sido dos décadas de ampliaciones y modernización que le han colocado entre los mejores de Navarra.

Está situado en la localidad de Ayegui, a solo cinco kilómetros de Estella y apenas a media hora de Pamplona en autovía. Está en una zona privilegiada de nuestra Comunidad Foral junto a Montejurra, donde las rutas en bicicleta y el senderismo son muy habituales.

Es un lugar ideal para las familias con tres opciones de alojamientos: bungalows, habitaciones múltiples o acampada libre. A ello hay que unir una zona deportiva con frontón, campo de fútbol, piscinas al aire libre, cafetería y restaurante con un supermercado en el mismo camping.

El camping Iratxe es una auténtica ciudad de vacaciones para el verano, muy conocida en Tierra Estella junto a otros campings cercanos como el de Acedo o el de Lerate por señalar dos de ellos.

El camping Iratxe fue inaugurado oficialmente el viernes 2 de septiembre de 2004 por el presidente de Navarra Miguel Sanz, aunque abrió sus puertas en el mes de junio del mismo año con el arranque de la temporada de verano.

El camping se extendía en una superficie de 60.000 metros cuadrados, próxima al hotel Irache y frente a las urbanizaciones de viviendas del mismo nombre. Inicialmente tenía una capacidad para 950 personas.

Su promotora, la sociedad Lokitz, fue una iniciativa de carácter familiar de los hermanos Vicente Benedé con el estellés Iñigo Vicente Galdeano como director gerente de un complejo vacacional en el que trabajaba una plantilla fija de 21 personas reforzada en verano.

Las obras comenzaron a ejecutarse en el 2001 y se desarrollaron durante tres años. La sociedad promotora invirtió 5,5 millones de euros y contó con una subvención de 150.000 euros del departamento de Cultura y Turismo.